Las mercancías peligrosas, al igual que el resto de productos en el mundo, también necesitan ser transportadas. Para que esto pueda llevarse a cabo correctamente y de una forma segura, es necesario seguir un protocolo que permita mover estas mercancías sin que exista un riesgo. Pero primero, es importante conocer los tipos de mercancías peligrosas que existen y con los que trabajaremos.
Las mercancías peligrosas suelen clasificarse de acuerdo con la naturaleza del riesgo que potencialmente presentan. Por eso hablamos de materiales inflamables, sustancias explosivas, materiales radioactivos, etc. La organización marítima internacional clasifica las mercancías peligrosas en 9 categorías:
- Clase 1: Explosivos
- Clase 2: Gases
- Clase 3: Líquidos inflamables
- Clase 4: Sólidos inflamables
- Clase 5: Sustancias comburentes y peróxidos orgánicos
- Clase 6: Materias tóxicas e infecciosas
- Clase 7: Materias radioactivas
- Clase 8: Materias corrosivas
- Clase 9: Materias y objetos que presentan peligros diversos
Una vez que ya conocemos los tipos de mercancías peligrosas que existen, es hora de proceder a la carga, transporte y descarga de estas mercancías. Dado el elevado riesgo presente en el transporte de mercancías peligrosas, los expedidores deben asegurar por encima de todo que todo des y cada uno los aspectos del proceso sean seguros y de acuerdo a la normativa. Así pues, aquí os dejamos cinco aspectos a tener en especial cuenta a la hora de enviar mercancías peligrosas.
1. Embala tus mercancías peligrosas de forma adecuada
El embalaje y la preparación de las mercancías juega un papel extremadamente importante en el transporte de todo tipo de carga, pero más aún en el caso de las mercancías peligrosas. Éstas deberán ser embaladas de manera que no supongan ningún riesgo durante el trayecto de transporte marítimo a bordo del buque.
Hay que recordar, pues, que la carga se verá expuesta a cambios de temperatura y humedad, así como a movimientos y turbulencias. En cualquier caso, la carga debe ser embalada de manera que llegue en perfectas condiciones a su destino teniendo en cuenta todo los cambios que sufrirá en alta mar.
Por ello, si envías carga peligrosa que sea sensible a cambios de humedad, condensación o temperatura, asegúrate de que el contenedor impide la entrada de agua, viento y aire.
2. Etiqueta las mercancías peligrosas
Debido al potencial peligro que entrañan las mercancías peligrosas, es fundamental etiquetarlas adecuadamente. Por ello, tienes que asegurarte de que usas las etiquetas y pegatinas adecuadas y de que sean visibles en la parte interior y exterior del embalaje. Quita cualquier otra etiqueta que no esté relacionada y no sea necesaria para evitar la confusión.
Indica el código IMDG (International Maritime Dangerous Goods) o el número UN (United Nations) para que se vea claramente cuál es el nivel de riesgo para aquellos que lo manipulen.
A mayores, es importante considerar la opción de incluir en la etiqueta el número de contacto del expedidor en caso de emergencias.
3. Cumplimenta la documentación adecuadamente
Preparar la documentación en un envío de mercancías peligrosas es mucho más complicado e importante que en un envío de carga regular. En función de la clasificación de las mercancías, podría ser necesario cumplimentar diferentes juegos de documentación para que tus mercancías sean declaradas correctamente y consideradas aptas para su transporte y manipulación. Ten en cuenta que cualquier fallo en la documentación podría hacer que tus mercancías queden retenidas en las aduanas, tanto en origen como en destino.
4. Asegura la carga
El seguro de transporte marítimo se recomienda en todos los envíos, pero en el caso de las mercancías peligrosas, es de especial relevancia contratar un seguro, por el alto riesgo que acompaña a este tipo de envíos. Y dependiendo de si el envío es nacional o internacional, se necesitará un seguro con distintas coberturas.
Procesar la solicitud del seguro llevará un tiempo adicional. Así que tan pronto como se esté seguro del tipo de envío, el valor de la carga y el destino, habrá que ponerse en contacto con el proveedor de seguros o con el transitario para gestionarlo.
Antes de la recogida del envío, saca fotos de tus mercancías empaquetadas, de manera que puedas verificar su condición y estado en caso de que tengas que presentar una reclamación a la compañía aseguradora.
5. Planifica tu envío con antelación
La preparación de un envío de mercancías peligrosas es más larga y compleja que la de un envío estándar. Por ello, te aconsejamos que comiences a planificar tu envío con al menos cuatro meses de antelación.
En cuanto a la reserva del transporte marítimo, te recomendamos reservar tu envío con un mínimo de 2 semanas de antelación. Ten en cuenta que para el envío de mercancías peligrosas es necesario obtener la aprobación de la naviera, lo que puede llevar su tiempo. En el momento de hacerlo, asegúrate de informar a tu transitario de la naturaleza de tus mercancías.
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