Abigail RIVAS RAJO
Alumna del curso GEPIP
Grado Superior en Turismo
EL CORTE INGLÉS
Cambre, Galicia (ESPAÑA)

Los tiempos en los que vivimos hacen que el comercio marítimo adquiera una importancia vital. Más del 90% de las mercancías transportadas a nivel mundial lo hacen a través de buques, en algunos casos portacontenedores, en otros buques cisterna, bulkcarriers o de cualquier otro tipo que permiten que grandes cantidades o volúmenes se muevan ágilmente en condiciones de seguridad y contención de costes.

España es un gigante en lo que se refiere a comercio marítimo. Situado estratégicamente entre los y mares Cantábrico y Mediterráneo y el Océano Atlántico, con 8000 kms de costa, y situada a distancia extremadamente corta de África, permite captar tráficos de todo tipo elevando a la parte alta de la tabla de puertos europeos a varios de los puertos españoles.

En el momento que un buque se aproxima a la bocana de un puerto, comienza una actividad frenética. El práctico de guardia sale con su embarcación en busca del buque, para ofrecer asesoramiento al capitán del mismo sobre rumbos a seguir y aproximaciones necesarias, permitiendo que la maniobra de atraque en puerto se realice en condiciones de seguridad. Pero el práctico no es, ni mucho menos, el único servicio portuario movilizado ante la llegada del buque. En caso necesario, un número de remolcadores saldrán para apoyar la maniobra, situando al buque, en algunos casos con una necesaria precisión milimétrica, en el lugar de atraque que la Autoridad Portuaria correspondiente le hubiese asignado. Estos buques remolcadores, normalmente entre 20 y 30 metros de eslora, tienen varios miles de CV de potencia, y se utilizan también en labores de lucha contra la contaminación y lucha contraincendios.

Una vez que el buque se aproxima al punto de atraque, entra en juego el Servicio de Amarre y Desamarre. Éste consiste en personal en tierra y a bordo de pequeños buques que serán los encargados de recoger los cabos que fijarán el buque a su atraque, amarrándolos a los norayes o amarraderos de los que dispone el cantil de la instalación portuaria.

Con el buque atracado en su lugar asignado, llega el momento de estibar o desestibar las mercancías indicadas, utilizándose para ello el servicio de estiba y desestiba de mercancías, además de otros como la recepción y gestión tanto de desechos sólidos como líquidos, el embarque y desembarque de pasajeros y un sinfín de servicios más que permiten que el buque entre a puerto con seguridad y eficiencia en los tiempos empleados.

Además de lo anterior, es igualmente preciso tener en cuenta la gestión aduanera que conlleva el desembarco de las mercancías venidas desde el otro lado del planeta, identificando los agentes implicados en el correcto despacho de éstas durante su importación o exportación.

Con la enorme magnitud del comercio marítimo, y el gran número de buques que acceden a las instalaciones portuarias, sin una buena coordinación entre ellas y los buques, el riesgo de accidente sería inasumible. Esto se consigue a través de las torres de control del tráfico marítimo, con un funcionamiento similar a la que podría tener una torre de control aeroportuaria.

En España, por desgracia, especialmente en Galicia, se han dado numerosos casos de accidentes en buques que han generado importantes daños tanto medioambientales como económicos, aunque contamos con un Sistema Nacional de Respuesta, que tiene por objeto establecer, ante un hecho de esta naturaleza, un marco general de actuación integrado por planes de contingencias de distinto rango unificando los criterios de actuación a nivel nacional.

En septiembre de 2001, tras los atentados sufridos por las Torres Gemelas, se detecta una grave carencia de seguridad en el ámbito marítimo portuario internacional lo que desembocó en la creación del Código ISPS (Código PBIP en sus siglas en español) y supuso un cambio importantísimo en materia de protección frente a actos malintencionados, tanto de los buques como de las instalaciones portuarias. Gracias a incluirse como capítulo del Convenio SOLAS, las normas de protección marítima se hacen de obligado cumplimiento. De esta manera, mediante el Código ISPS se deben designar responsables de la protección, tanto en instalaciones portuarias como a bordo de los buques, para que evalúen riesgos, los corrijan y elaboren planes enfocados en la prevención y en la mejora de las condiciones de seguridad en las instalaciones portuarias.

En este curso, hemos repasado todos los procesos por los que pasan las mercancías y los buques que las transportan, tanto desde el apartado operativo como documental.

He aprendido muchísimo en este curso, y he podido conocer en profundidad todos los elementos que protagonizan el mercado del transporte marítimo, además de todos los integrantes que actúan tanto en las maniobras de los buques, como en la manipulación de las mercancías transportadas o gestión documental de éstas.

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